La presentación para un freelance lo es todo. La predisposición a contratarnos de los potenciales clientes dependerá de cómo nos perciban.
Por lo tanto, ¿cómo tenemos que relacionarnos? Ante todo hay que plantearse de manera amable pero también directa; luego se tiene que dialogar con los clientes y entretenerlos, persuadirlos con argumentos convincentes para que apuesten en nosotros y en los servicios que ofrecemos; por último hay que dejarles un recordatorio de este encuentro, un memorandum que les permita hallarnos cuando quieran. El medio más difundido y profesional para establecer este primer contacto es la tarjeta de visita, que además de ser muy funcional, si se realiza apropiadamente, permite fijar en la mente del cliente una imagen positiva de nosotros y de nuestra actividad.
En el mundo freelance, la primera impresión es fundamental para entablar una futura relación, y para conseguirlo es fundamental tener en cuenta algunos elementos importantes.
Aunque no eres un experto de gráfica, puedes confeccionar fácilmente tu tarjeta online en algunos simples pasos y en perfecto estilo DIY.
Antes de empezar a esbozar elementos decorativos o antes de fantasear sobre colores y formas particulares, es necesario comprender tres cosas esenciales:
- ¿Qué actividad o servicios vas a promocionar?
- ¿Cuáles informaciones tienes que vehicular?
- ¿Cuál es tu target, el público al que te diriges?
A partir de estas tres consideraciones básicas se puede empezar a desarrollar nuestra tarjeta de visita. Una vez decidido lo que se quiere escribir, se puede pasar a la parte creativa, es decir la que concierne la elección de los colores, de las fuentes, de las imágenes y del aspecto general. Para la mayoría de las personas este es el aspecto más divertido, pero no hay que subvalorar esta parte del trabajo, porque no siempre es fácil encerrar en pocos centímetros una idea, una persona y su mundo.
Para que una tarjeta de visita sea llamativa, se tiene que:
- escribir las datos esenciales: uno o dos números de teléfono y fax (no una lista infinita, no eres un call center), dirección (si necesaria), email y página web;
- emplear una imágen, un logo y colores en línea con el resto de tu comunicación: me refiero por ejemplo a la fuente empleada en tu página web, o en los otros medios que empleas para darte a conocer. Es importante crear una imagen global coherente, una identidad definida y reconocible;
- elegir materiales y manufactura según tus preferencias, pero que tengan sentido en relación a lo que haces, y por supuesto, según el formato elegido, la impresión tiene que ser de calidad y tienes que asegurarte que se vea bien;
Las tarjetas pueden ser creativas y originales, hasta excéntricas, existen miles de ejemplos en el web según el budget a disposición (asunto importante para los freelance). Pero conviene no exagerar: la tarjeta debe ante todo proporcionar informaciones. ¡Y cuidado con el uso de los colores!
Tu tarjeta debe impresionar y al mismo tiempo diferenciarse. En una feria, un evento, una reunión etc, siempre se acaba con decenas de tarjetas encima y sólo algunas cumplen su objetivo.
Un último consejo es pensar en tu target, en cuáles elementos podrían captar la atención de tus interlocutores.
En conclusión, la tarjeta de visita sigue siendo una herramienta de contacto fundamental, aun en un mundo digital. Y además es una herramienta de personal branding, y por lo tanto, que sea personal, que comunique algo de ti y de tu proyecto freelance.