La serigrafía es una de las técnicas de impresión más antiguas y al mismo tiempo más actuales. Nacida en China hace más de mil años y difundida en Occidente a lo largo del siglo XX, sigue siendo apreciada gracias a su versatilidad, a la durabilidad de los resultados y a la posibilidad de personalizar una amplia gama de materiales: tejidos, papel, plástico, vidrio e incluso metal.
Hoy en día la serigrafía no es solo tradición artesanal, sino también una tecnología industrial capaz de combinar creatividad y precisión. Se utiliza en la moda, en la comunicación visual, en el arte y en el packaging, consolidándose como una elección de calidad para quienes buscan impresiones resistentes y de gran impacto visual.
En esta guía descubriremos qué es, cómo funciona, qué herramientas requiere y en qué sectores se aplica, sin dejar de lado ventajas y limitaciones de esta técnica.
Índice:
¿Qué es la serigrafía?
La serigrafía es una técnica de impresión que utiliza un marco serigráfico (un bastidor con una malla fina, llamada mesh). Algunas partes de la malla se hacen impermeables a la tinta, mientras que otras permanecen permeables: es a través de estas últimas que el color pasa y se transfiere al soporte.
El paso de la tinta se realiza gracias a una racleta, una lámina de goma que se desliza sobre el marco ejerciendo la presión adecuada. Así, la tinta se empuja a través de las zonas libres de la malla y se deposita en el material a imprimir. Esta técnica permite un depósito de color cubriente, intenso y duradero, que resiste lavados, arañazos y agentes atmosféricos de manera más eficaz que otras soluciones.

Orígenes de la serigrafía
Los orígenes de la serigrafía se remontan a la antigua China, donde ya en el siglo X se utilizaban tejidos de seda como matrices para transferir el color. Con el tiempo, la técnica se difundió en Japón y en el resto de Asia, llegando a Europa solo en el siglo XX. El verdadero auge se produjo en los años 60, cuando la serigrafía entró en el mundo del arte gracias a figuras como Andy Warhol, que la utilizó para sus célebres obras pop. Desde entonces ha evolucionado tanto como técnica artesanal como proceso industrial, convirtiéndose en una solución fiable y adaptable a diversos sectores.
Equipos y materiales utilizados
Para una serigrafía de calidad se necesitan herramientas específicas. Por ejemplo:
- Marco serigráfico: bastidor de madera o aluminio con malla de poliéster / nylon. Las mesh más comunes varían de 43–77 hilos / cm para impresiones textiles cubrientes a 120–150 hilos / cm para detalles finos en papel o plástico.
- Mesa de impresión o máquinas automáticas: superficies para fijar el soporte.
- Emulsión fotosensible: sustancia que reacciona a la luz ultravioleta, utilizada para preparar la matriz.
- Racleta: lámina de goma con mango. La dureza y el ángulo de uso influyen en la cobertura y definición.
- Tintas serigráficas: a base de agua, plastisol, UV o solvente, elegidas según el soporte y el acabado deseado.
- Sistema de exposición: lámpara UV o insoladora profesional para grabar correctamente los marcos.
- Hornos y sistemas de secado: de aire caliente, infrarrojos o ad ultravioletas, indispensables para fijar la tinta.
- Productos de limpieza: disolventes y detergentes específicos para recuperar los marcos y reutilizarlos.
¿Cómo funciona la serigrafía?
El proceso serigráfico se desarrolla en varias fases consecutivas. Cada una requiere atención y precisión: solo así se obtiene una impresión nítida, uniforme y duradera.
Diseño y separaciones de color
El punto de partida es siempre el diseño gráfico. En los casos más simples se trabaja con tintas planas, para imágenes complejas se requieren separaciones de color. Las tramas típicas varían de 35–65 LPI (Lines Per Inches) para textiles a 85–120 LPI para papel o materiales rígidos, con ángulos de trama diferenciados para evitar el efecto moiré.
Preparación del marco
El marco se tensa uniformemente y se recubre con una emulsión fotosensible. La densidad de la malla depende del detalle: más cerrada para logotipos y líneas finas, más abierta para cobertura en textiles.
Grabado de la imagen
Se aplica el fotopositivo con el diseño y se expone a la luz UV. Las áreas expuestas se endurecen, las cubiertas permanecen solubles. Con un lavado se libera la matriz.
Preparación y fijación del soporte
El soporte (papel, tejido, metal, vidrio, plástico) se fija bajo el marco. En procesos profesionales se utilizan mesas aspirantes que evitan micro-movimientos y mantienen el registro en impresiones multicolor.
Aplicación de la tinta
La tinta se vierte en la parte superior del marco y se distribuye con la racleta. El ángulo (65–75° aprox.), la presión y la velocidad influyen en la cantidad de color depositado y en el acabado final.
Secado y fijación
Tras la impresión, la tinta debe secarse o polimerizar. Para textiles con base plastisol se requiere una cocción a 160–170 °C, mientras que las tintas al agua fijan alrededor de 150–160 °C. Las tintas UV se endurecen instantáneamente con exposición a rayos ultravioleta.
Limpieza y recuperación del marco
Al finalizar la tirada, el marco se limpia con disolventes para eliminar la emulsión, de modo que pueda reutilizarse con nuevos diseños. Esto hace que la técnica sea más sostenible y reduzca los costes en trabajos continuos.
¿Dónde se aplica?
La serigrafía es una técnica versátil y encuentra aplicación en muchos sectores:
- Industria textil: camisetas, sudaderas, bolsos, gorras.
- Comunicación visual: carteles, letreros, paneles, displays.
- Gadgets personalizados: bolígrafos, botellas, bolsas, artículos promocionales.
- Arte y diseño: impresiones artísticas, ediciones limitadas.
- Packaging: cajas, botellas, envases de lujo.
Tipos de serigrafía
La serigrafía no es una técnica única, sino que se presenta en diferentes modalidades según las necesidades productivas.
Serigrafía artesanal
Es la forma más tradicional y creativa, muy difundida en el mundo del arte y del diseño. El artesano gestiona cada paso manualmente, experimentando con superposiciones de color, tintas especiales y soportes no convencionales. El resultado son piezas únicas o pequeñas series, apreciadas por su originalidad.
Serigrafía manual profesional
Similar a la artesanal, pero más estructurada. Se utiliza en talleres profesionales para personalizar prendas o gadgets. Gracias a las máquinas manuales se pueden imprimir varios colores con precisión, manteniendo el control sobre cada pieza.
Serigrafía automatizada o industrial
Aquí entran en juego máquinas semiautomáticas o automáticas que gestionan la fijación del soporte, el paso de la tinta y el secado. Es la solución ideal para producciones medianas y grandes. En el ámbito industrial existen variantes específicas: la serigrafía rotativa, perfecta para tejidos y cintas continuas, y la serigrafía cilíndrica, usada para botellas y envases curvos.
Ventajas de esta técnica
Ahora que hemos visto cómo funciona la serigrafía, vale la pena detenerse en las razones por las que sigue siendo una de las técnicas de impresión más utilizadas:
- Versatilidad: papel, textiles, plástico, metal, vidrio: la serigrafía se adapta a muchos materiales, siendo útil en ámbitos diversos, desde la moda hasta el packaging.
- Colores intensos y cubrientes: la tinta se deposita en capas gruesas, garantizando tonalidades vivas y uniformes. Logotipos y gráficos mantienen legibilidad e impacto incluso a distancia.
- Resistencia en el tiempo: las impresiones resisten lavados, exposición solar y agentes atmosféricos. Perfectas para textiles y productos de exterior.
- Efectos especiales: fluorescentes, metalizados, con purpurina, fosforescentes, transparentes o en relieve: con la serigrafía se pueden crear acabados originales y de gran impacto visual.
- Apta para grandes formatos: carteles y lonas de gran tamaño resultan uniformes. En tiradas medianas o grandes los costes de preparación se amortizan, haciendo que la técnica sea competitiva.
Limitaciones de la serigrafía
Naturalmente, esta técnica también tiene sus desventajas:
- Costes de preparación: cada impresión requiere la preparación de un marco. Esto influye en el coste total cuando se producen pocas piezas.
- Tiempos de producción más largos: la realización del marco, el grabado y el registro de los colores hacen que el proceso sea menos rápido en comparación con la impresión digital.
- Menor flexibilidad para personalización individual: pequeños cambios en el diseño requieren un nuevo marco. No es la técnica adecuada para producciones one-to-one.
- Gestión más compleja de los materiales: el uso de disolventes y detergentes en la fase de limpieza requiere atención y procedimientos adecuados para reducir el impacto ambiental.
Conclusión
La serigrafía es una técnica de impresión antigua pero aún muy moderna, capaz de garantizar resultados de gran calidad y durabilidad en muchos materiales. Gracias al depósito consistente de la tinta, los colores resultan intensos y resistentes, lo que la hace perfecta tanto en el ámbito industrial como para proyectos artísticos o de diseño. Para aprovechar al máximo sus ventajas y evitar errores en las fases preparatorias, es importante confiar en profesionales experimentados. En Stampaprint acompañamos cada proyecto serigráfico con cuidado y atención, transformando un proceso técnico en un resultado concreto, coherente y duradero.



