Entre las exposiciones más interesantes presentadas en la última edición del Salón Internacional del Mueble en Milán, destaca una realizada por los arquitectos y diseñadores Claudio Larcher y Filippo Protasoni. Estamos hablando de Clique Editions, creada utilizando un material a la vez valioso e inusual: el mármol.
En ocasión del reciente Salón Internacional del Mueble, usted presentó objetos de decoración y mobiliario de mármol. ¿Por qué decidió utilizar este material y cómo logró trabajarlo hasta transformarlo en un objeto de diseño?
En los últimos años, gracias a la tecnología robótica, es posible trabajar el mármol y las piedras en general de una manera muy diferente con respecto a la tradición. Hoy en día solo se tiene que preparar el archivo de la pieza que queremos crear y programar la máquina que realiza casi todas las operaciones de corte y modelado. Estas innovaciones han abierto las puertas a nuevas posibilidades en el mundo del diseño, han bajado los costes de producción y han hecho posible reproducir objetos en mármol en gran escala.
En ocasión del Salón Internacional del Mueble, hemos presentado una segunda colección, de nuestra marca Clique Editions, de objetos en mármol blanco de Carrara caracterizados por tener un “corazón” tecnológico. La idea consiste en armonizar un material valioso y tradicional como el mármol con objetos tecnológicos de nuestro día a día, como relojes digitales, cargadores de batería, altavoces bluetooth etc.
Usted vivió y trabajó durante muchos años en España. ¿Qué tan útil fue esta experiencia a nivel profesional?
En general creo que cualquier joven (diseñador o no) tenga que vivir una experiencia al exterior para conocer otras culturas y puntos de vista. Pienso que España es un país extremamente fascinante sobre todo desde un punto de vista cultural. Creo que los años pasados en Barcelona me permitieron aprender mucho, ver la transformación arquitectónica del país e intercambiar ideas y proyectos con otros profesionales.
Además de diseñador, usted es profesor universitario. ¿Cuál de las dos profesiones le parece más gratificadora? ¿Qué aconsejaría a un joven que quiere lanzarse al mundo del diseño?
El famoso arquitecto Walter Gropius afirmó: “enseño porque los estudiantes me obligan a responder a las preguntas”. Creo que es muy importante mantenerse al paso, seguir buscando estímulos porque siempre se puede aprender algo nuevo: como yo enseño a mis estudiantes, ellos enseñan a mí. ¡Es un intercambio (aunque desigual) de conocimientos!
Para estudiar diseño hoy es fundamental tener una educación de alto nivel, probar escuelas diferentes y hacer experiencias en universidades extranjeras.
Con sus trabajos ganó varios premios en Italia y al exterior. ¿Hay un trabajo al cual está particularmente “apegado” y por qué?
Uno de los proyectos más significativos para mí es “Hispaniola – Diseño para la solidaridad” que nació a partir de una reflexión: el diseño no tiene por que ser únicamente al servicio del lujo, sino puede tener diferentes aplicaciones importantes a nivel de utilidad social. Se trata de un proyecto de “diseño social” que centra la atención sobre los países del Sur del mundo, lugares donde proyectistas y diseñadores pueden dar una contribución fundamental. En particular, estoy encariñado con el pupitre que llamé “Paco y paco”: este escritorio, tras muchas exposiciones, finalmente llegó en República Dominicana gracias a las ayudas de muchos donantes y a la colaboración con la Asociación Coloresperanza, que promovió el proyecto y desarrolló la producción en República Dominicana.
Una de las palabras clave de su trabajo es “experimentación”. ¿Como encuentra la inspiración? ¿Como procede a la realización de un proyecto?
Siempre recomiendo a mis estudiantes observar el mundo real y no fijarse solo en el ordenador. El diseño llega a la gente común y por lo tanto es esencial aprender a observar lo que nos rodea. Tras una larga y atenta observación llega la intuición, en un rato.
¿A qué proyectos está trabajando?
Acabamos de terminar un proyecto de Street Food para Expo, una pequeña contribución a un grande evento.