El mercado del arte es un mundo imprevisible y a menudo elitista, en el que se admiten solo las personas que disponen de conocimientos excepcionales en tema de historia del arte y de cierta intuición sobre las tendencias que se van desarrollando. Además, hay que decirlo, hace falta mucho dinero.
Sin embargo, no obstante su carácter elitista, el mercado del arte sigue creciendo. Ni siquiera sufrió los efectos de la crisis económica mundial, que comportó sólo una ralentización no significativa a finales de 2015. Es un mundo que cada día acoge nuevos talentos, aunque muchos de ellos no tienen la posibilidad de darse a conocer y difícilmente pueden ver sus obras expuestas en las galerías, por causa de los costes o por falta de visibilidad y promoción.
En ayuda de todos los apasionados de arte o novatos artistas, acude Wydr la nueva app para smartphone y dispositivos móviles disponible tanto para Android como para Apple. Esta app encontró el sistema para dar espacio y visibilidad a todos los artistas del mundo, presentándolos en su tienda virtual. Wydr nace de la idea de los suizos Timo Hahn y Matthias Dörner y de su start-up. Lo que carctariza esta app y que al mismo tiempo la diferencia de las otras app de galerías de arte, es su accessibilidad: cualquier usuario puede decretar si una obra de arte le gusta o no le gusta por medio de un swipe, el formato hizo famoso por Tinder. El funcionamiento de Wydr, de hecho, se parece mucho a lo de la famosa app de ligoteo: puedes darle me gusta o despreciar las obras por medio del swipe y descubrir qué es lo que les gusta más a los usuarios.
La idea que impulsó el desarrollo de Wydr se remonta a 2004, a una encuesta del museo Louvre según la cual cada visitante se quedaba admirando la Monnalisa por un promedio de 15 segundos; es decir, una persona tiene muy poco tiempo para darse cuenta de lo que está mirando y si esto le gusta o no. El mismo Tinder se basa en este principio.
Hahn y Dörner decidieron quitar todas las informaciones sobre las obras: el usuario interactúa solo con la pintura, sin más. En esto se parece a Facebook e Instagram: podemos ver muchas entradas, pero solo cuando abrimos una o le damos el me gusta, podemos ver todos sus detalles y su popularidad en la comunidad (que se expresa por medio de una puntuación de entre 1 a 5 corazones), así que, de esta manera, los artistas puedan recibir un feedback sobre lo que le gusta más a los usuarios y ellos, en cambio, pueden ver cuales son las tendencias del momento y la sobras que están siendo mejor recibidas.
Wydr fue lanzado el pasado mes de enero en Suiza y creció muy rápidamente hasta llegar a estar operativo en todo el mundo. Según claman los fundadores Hahn y Dörner, “Wydr cambia la manera en que las personas interactúan con el arte. No hay ningún curador, todos los trabajos de arte están suministrados por la comunidad […] Estamos diciendo que todo el mundo puede participar, creando una comunidad en la que todos pueden contribuir, ya sea subiendo obras o expresando su opinión al deslizar sus dedos a la derecha o a la izquierda”.
Entonces, una app para las masas. E efecto, Wydr está al alcance de todos: “La mayoría de nuestros artistas no tienen acceso a galerías, por lo que los trabajos expuestos en Wydr son muy asequibles: van de entre 50 euro a unos millones. Sin embargo, la mayoría de ellos (cerca del 80%) costan menos de 2500 euro”.
Por estas razones, podemos hablar de “democratización del mercado del arte”, como declaran los fundadores. En efecto, Wydr busca eliminar las límites de las galerías de arte para abrir el mercado a los nuevos talentos.