Si tienes una cuenta de Instagram, te harás dado cuenta de que en los últimos días ha cambiado algo muy importante en el aspecto de la app: el icono histórico y la gráfica que hasta ahora han caracterizado la red social de fotografía.
¿Quizás fue el éxito creciente del que goza la aplicación – en efecto Instagram es una de las redes sociales más populares en todo el mundo y que, según las declaraciones de su director ejecutivo Kevin Sytrom, llega a los 400 millones de usuarios activos en todo el mundo cada mes y 9 millones en España – lo que ha llevado a un cambio radical de imagen?
Según la declaración oficial, la razón por la que el equipo decidió optar por este cambio radical de su estilo tiene que ver con la evolución que la community tuvo en los últimos 5 años: ya no es simplemente un espacio para compartir fotografías modificadas por medio de filtros, sino una comunidad global en la que influyen varios intereses.
Está claro que el éxito de la célebre aplicación se debe sobre todo de las miríadas de fotografías y vídeos que los usuarios comparten todos los días; éstos generan contenido emocional e instantáneo, hecho de tomas y breves grabaciones para contar una marca, un evento, una comida, un viaje, un recuerdo, un producto y mucho más.
Cuatrocientos millones de usuarios mensuales que se entretienen a sacar fotografías y a sacarle el máximo provecho gracias a los filtros para luego compartirlas por medio de los hashtag.
Fotos entonces: el antiguo icono presente en vuestros dispositivos portátiles representaba una máquina fotográfica vintage Polaroid, que en lugar de estar colgada al cuello de los instagramers, está en sus bolsas o bolsillos.
El margen blanco que queda a los lados superior e inferior de la imagen una vez sacada la foto, recorda el típico y original formato polaroid de revelado instantáneo y le confiere un estilo retró.
La lente que caracterizaba la vieja imagen, de color azul, también nos recordaba la idea de fotografía antigua y no digital; las funcionalidades de layout y los filtros seguían los mismos conceptos gráficos, siempre de estilo vintage.
Pero desde hace algunos días, ha cambiado todo: empieza un nuevo estilo minimalista, sencillo y limpio, caracterizado por una interfaz esencial, que se aleja mucho de la versión anterior.
El nuevo diseño empieza por el icono que, inspirándose en el diseño estilizado anterior, se hace más esencial y sencillo, colorado con un gradiente que recuerda las tonalidades del arco azul.
La interfaz de uso pierde el clásico color azul, reduciendo la paleta al blanco y negro donde las misma teclas de navegación, que mantienen la misma ubicación, se han convertido en sencillos iconos negros. EL único color activo es aquello de las notificaciones, que sigue siendo un rojo vivo.
El objetivo es minimizar la presencia de Instagram para conferir más importancia a los contenidos – más de 80 millones cada día – que se hacen los verdaderos protagonistas “a todo color” de la comunidad, reduciendo así las interferencias del layout gráfico de la app.
Se renuevan también los iconos de las otras app del grupo Instagram: Layout (que sirve para crear composiciones de fotos de formato cuadrado), Boomerang (la app para crear vídeo juntando fotografía), Hyperlapse (la app para la creación de time-lapse). Éstas presentan los mismos colores de la principal y se hace más reconocible el utilizo de cada una desde un punto de vista gráfico.
“Nuestro look renovado refleja como se ha hecho vivaz y diversificada la narración de los contenidos” afirman los de Instagram.
Todo esto demuestra como en el mundo de las redes sociales y del marketing las cosas vayan cambiando muy rápidamente y como haga falta adaptarse a este proceso de renovación de una manera creativa. Instagram, por lo tanto, lanza un proyecto gráfico que expresa las necesidades de sus usuarios. Te dejamos con el vídeo compartido por Instagram donde se explica cuales aspectos, y en que manera, han cambiado.