En los últimos meses hemos dedicado varios artículos a la evolución y al cambio de logo de algunas marcas muy importantes y conocidas. Apple y Google son solo algunos ejemplos, quizás los más famosos, de una tendencia que interesa todas las empresas, ya sean grandes o pequeñas. Esta tendencia se debe a varias razones que os ilustraremos en este post. En primer lugar porque estar presentes en el mercado no es suficiente para tener éxito si no se tiene también una imagen y un logotipo que esté al paso de las evoluciones del mercado, de la marca y de sus consumidores a lo largo del tiempo. Entonces, es importante para todas las empresas conocer los secretos de un buen logo y por eso las marcas más exitosas renuevan y actualizan periódicamente la imagen que las representa.
Vamos a ver entonces los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de retocar un logotipo y por cuales razones puede surgir esta exigencia.
La evolución del logo y de la empresa
Cada logo debe representar una empresa y su evolución. Cuando una empresa crece, su comunicación también debería seguir sus pasos y reflejar estos cambios. Si un logo ha sido diseñado y pensado para una pequeña empresa que está dando sus primero pasos en el mercado, en el momento en que ésta llega a ser más importante y a dirigirse a un público de consumidores más amplio, el logotipo debe poder llegar y dialogar con su nueva audiencia. ¿Cómo? Hay muchos factores que entran en juego en este sentido: la elección del color, de las fuentes tipográficas, un diseño simple y eficaz y que los clientes pueden reconocer de inmediato. Aunque pueden parecer normas muy generales, es precisamente a partir de estas consideraciones que debería empezar cualquier trabajo: es decir, el ámbito y el público objetivo.
La importancia de actualizar el logo
En algunos casos el logo puede parecer anticuado con respecto a las tendencias y a las modas del un mercado. Por poner un ejemplo actual, piénsense en el desarrollo del flat design y del material design en el mundo del diseño gráfico de los últimos años y como esta tendencia ha influido en el diseño de los logotipos de empresa. De Apple a Google (para citar los ejemplos más famosos) la regla de oro es simplicidad, líneas estilizadas y minimalismo. Y por supuesto el logotipo debe adaptarse a estas pautas gráficas; por eso, las tipografías más utilizadas en los últimos años son las Sans Serif o de palo seco porque dan una sensación de limpio, puro y moderno.
A estas alturas se hace necesario especificar unas cosas: no hay que tener miedo al cambio, pero seguir las modas puede no siempre es sinónimo de éxito duradero. Las modas, se sabe, evolucionan junto a la sociedad y cambian constantemente. Por consiguiente es necesario comprender el contexto y su desarrollo y seguir actualizando nuestra identidad visual para que no quede un paso atrás.
Cambio de estrategia, cambio de logo
En otros casos, un nuevo logo puede ser la prueba y la manera para comunicar a nuestro público que algo ha cambiado en la empresa o en sus estrategias. La nueva imagen englobará en si la nueva dirección que se ha dado al proyecto. En este caso el cambio de logo es la primera señal que damos a los consumidores para despertar su atención hacia los nuevos cambios emprendidos. En el caso de logotipos muy conocidos, por supuesto, los retoques suelen ser parciales para que las personas puedan reconocer la imagen e identificar la marca.
Los logos y las redes sociales
Si todavía no te has fijado en este asunto, es la hora de hacerlo: incluso el logotipo debe adaptarse a las redes sociales, es decir debe tener en cuenta de los espacios disponibles en las redes. Un logo complejo y articulado podría no apreciarse bien en la pantalla del ordenador o del smartphone. Por otro lado, el minimalismo de los diseños ha llegado a ser una necesidad, además de una moda, desde la difusión de los nuevos dispositivos móviles. Las imágenes deben adaptarse a las pantallas pequeñas para que puedan ser comprensibles; además, nuestro día a día ha devenido más rápido y distraído por lo que hace falta una comunicación súbita e inmediata. Es decir, un logo debe ser dúctil, y adaptarse a los contextos físicos y digitales en los que puede acabar. De nuevo, un ejemplo práctico nos lo ofrece Google: en efecto, en la última versión de su logo multicolor, Google ha incluido una versión que consiste de la G inicial que incluye en si todos los colores corporativos para ser utilizad en las redes y en el App Store.
Conclusiones
Como hemos visto, el cambio de un logo puede responder a varias exigencias y siempre se tiene que cuidar todos los detalles. Evolucionando o revolucionando, lo más importante es que un logotipo logre representar la marca e impactar al público objetivo.