El color amarillo es la tonalidad que más se acerca a lo positivo, a la energía mental y física, a la extroversión y a la iniciativa. Quien prefiere este color suele ser una persona de carácter vital y expansivo, que ama la renovación y busca el consenso de las personas que la rodean.
A nivel simbólico el color amarillo representa la luz, el sol y la energía y a menudo se asocia a la sabiduría y a la majestad. Luego, en muchos lugares, el color amarillo se utiliza para taxi y bus escolares por su capacidad de distinguirse entre muchos colores. Además, se utiliza para señalar la posibilidad de peligro, piénsense por ejemplo en la bandera amarilla de las competiciones automovilísticas que indica un riesgo e impide a los automovilistas de efectuar un adelantamiento.
Desde un punto de vista comunicativo, por su capacidad de captar la atención, el color amarillo se utiliza con frecuencia para la comunicación dirigida a un público de masas. Pero hay que subrayar que el color amarillo se puede encontrar en varias tonalidades, y cada una tiene implicaciones específicas y particulares. Por ejemplo:
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Amarillo puro: recuerda la infancia, es un color primario, básico y simple.
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Amarillo ocre: este matiz entre amarillo puro y marrón recuerda el oro y por el prestigio del metal evoca lo sagrado, el lujo y el éxito.
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Amarillo claro: a esta tonalidad se le confieren connotaciones negativas, que tienen que ver con la traición y decaimiento.
Según las tonalidades entonces, el amarillo puede tener connotaciones muy diferentes, pero queda aclaro que un color como éste posee muchas potencialidades. Y eso se debe al hecho de que el amarillo es el color más visible a la luz del día y por cosniguiente es muy difícil no notar las marcas que usan elementos amarillos en su logo. Los dos ejemplos siguientes nos permiten entender el uso del color amarillo en la comunicación: IKEA (junto al azul) y Mc Donald’s (junto al rojo).