Hay mucha gente que renueva su logotipo para estar al paso con los tiempos y otros que se mueven hacia el futuro sacando provecho de su pasado. En una época de asiduo rebranding como la que estamos viviendo, la empresa Kodak, histórica multinacional que produce equipamiento fotográfico ha optado por la segunda opción, es decir de volver atrás en el tiempo y redescubrir su antiguo logo, creado a principio de los años Setenta y por mucho tiempo símbolo de la empresa estadounidense y de los carretes que producía ya desde hace el siglo XXIX, conocidas en todo el mundo. Esos carretes que, con la llegada de las foto cámaras digitales y de los smartphones más innovadores, se han convertido en un objeto de culto para los fotógrafos profesionales o para los nostálgicos.
Kodak se lanza al mercado de smartphones
En efecto, en 2012 Kodak tuvo que declarar el estado de quiebra. Parecía la fin de la era de los carretes y de la empresa misma, pero al contrario fue el comienzo de una nueva época: la empresa decidió relanzarse en el mercado “smart” del tercer milenio. La famosa marca americana, tan sólo un año después de la bancarrota, Kodak volvió a estar en el mercado con un modelo de smartphone que, obviamente, apuesta todo por la cámara digital. En particular, la apuesta consiste en conciliar las tecnologías más innovadoras, con un estilo retro: el revestimiento en cuero recuerda las viejas cámaras y tiene un gran lente en su parte trasera. Pero el móvil no tienen nada de anticuado: tiene funcionalidad réflex o DSLR, incluye un sistema de control que automatiza las funciones dependiendo las condiciones de luz y la cámara de 21 megapixeles puede también grabar vídeo en 4k. Entonces, un relanzamiento que aprovecha el encanto del pasado y las mejores tecnologías a la vez. Además, el sistema operativo es Android 6.0 Marshmallow, de última generación. Su lanzamiento está previsto para diciembre.
La vuelta de la cámara Kodak Super-8
Y eso no es todo. Kodak, que sigue siendo el mayor proveedor de películas cinematográficas en el mundo tanto para los aficionados y profesionales, como para el mercado del cine, decidió relanzar su cámara Super 8. La noticia fue anunciada a principio de este año aprovechando el CES 2016 (Consumer Electronics Show) de Las Vegas. El formato Super-8, cuando fue lanzado en 1965 por primera vez, había sido pensad para el mercado doméstico y en efecto fue utilizada por muchísimas familias a lo largo de los años Sesenta y Setenta. Fue un verdadero símbolo de estatus en aquella época. El nuevo modelo une el formato tradicional de 8 milímetros a la tecnología numérica y un diseño que no pierde la esencia de lo que era una Super 8, realizado por Yves Behar. Pronto saldrá a la venta una primera edición limitada bastante costosa (entre 400 y 700 dólares), pero en 2017 se lanzará una versión más económica. Mientras tanto, muchos cineastas y directores famosos de la talla de Quentin Tarantino y Christopher Nolan han acogido con entusiasmo el regreso del objeto de culto, que mucho de ellos utilizaron para dar sus primeros pasos en el mundo del séptimo arte.
Kodak: un nuevo logo tomado del pasado
A la hora de recuperar el prestigio perdido y para lanzar las nuevas propuestas, Kodak decidió respetar el legado de su identidad de marca, recuperando el logo clásico de las décadas de los ’70 y ’80, creado por Peter J. Oestreich en 1971: sobre el fondo amarillo destaca un rectángulo rojo dividido por una línea amarilla en forma de K, que recuerda un haz luminoso que se proyecta sobre una superficie (como una pantalla, por ejemplo). En 1987 un primer retoque atañó la fuente de la escrita Kodak, para renovarla. Anos más tardes, en 2006, otro rediseño sacrificó la reconocida K de la marca por una sencilla escrita roja sin gracia sobre fondo blanco. Hoy, la agencia Work Order de Nueva York quiso retomar el logo de 1987; la única diferencia es que el nombre de la marca ya no está en el eje central del logo en horizontal, sino en vertical; la fuente también ha cambiado y es un tipo Sans Serif más contemporáneo.
En conclusión, Kodak empieza una nueva etapa en el marco de la continuidad con el pasado; diseños e identidad de marca de un pasado glorioso para productos innovadores.