Aun en mundo digital y 2.0, la tarjeta de visita sigue siendo una herramienta indispensable para todos los que quieran dar a conocer su negocio a nuevos, potenciales clientes. ¿Cuántas veces alguien te ha preguntado: “Tienes una tarjeta de visita”?
La tarjeta de presentación es por supuesto muy importante y personal: la elección de los colores empleados, de la imagen o del logotipo que acompañan nuestras informaciones de contacto son por lo tanto esenciales.
Sin embargo, el tamaño de la tarjeta de visita y el material que utilizamos para realizarlas pueden contribuir a crear nuestra identidad e imagen o, en otras palabras, nuestra marca personal.
Por lo tanto, ¿cómo se puede crear tarjetas de visita? Aquí tenéis nuestra guía en 4 sencillos pasos.
El archivo gráfico
El punto de partida es por supuesto el contenido, es decir las informaciones y las imágenes o logotipos que completan el diseño de las tarjetas de visita. Dependiendo de las exigencias de cada uno y de los conocimientos en materia de diseño, se pueden utilizar programas que abarcan de las funciones y competencias de base a las más profesionales. Empezamos con los programas básicos como Word y Publisher (paquete Office Microsoft) pero también OpenOffice (que se puede descargar gratuitamente de la web) y Pages para Mac. Todas estas herramientas permiten agregar textos e imágenes a una página que luego, si quieres, puedes reducir y ajustar a las medidas de la tarjeta de visita. Mientras si buscas soluciones más sofisticadas y profesionales, puedes utilizar Paint o Gimp (que también se puede descargar de la web) con los que puedes aventurarte a utilizar filtros y otras herramientas de foto retoque. Los programas más funcionales son sin lugar a duda los profesionales: InDesign y QuarkXPress son software de autoedición y maquetación, Photoshop y Photo Paint permiten alcanzar los níveles más altos de retoque mientras Illustrator y Corel Draw son los mejores instrumentos si quieres diseñar logotipos vectoriales. Como puede observarse, además de disponer de muchas soluciones entre las que elegir, hay herramientas a medida tanto para novatos así como para profesionales.
Las fuentes y los colores
Elegir la fuente y los colores es igual de importante a la hora de diseñar nuestra tarjeta de visita y en función de la imagen que queremos ofrecer a los demás. Empezamos con las fuentes: si quieres dar una imagen y una idea de seriedad y rigor es preferible optar por una fuente clásica como por ejemplo la Times New Roman o la Ariel. Al contrario, si quieres dar una impresión más desenvuelta y dinámica, puedes arriesgar una fuente más extrovertida y moderna capaz de vehicular tu mundo y creatividad. Por último, es desaconsejable utilizar la Comic Sans: hay quien la ama y quien la odia, pero precisamente por esta razón es preferible no correr el riesgo; y además, no es muy adecuada para tarjetas profesionales.
Por lo que concierne los colores, ellos también son determinantes en la creación de tu tarjeta de presentación: los colores más tenues (como azul o violeta) simbolizan tranquilidad y seriedad; los más fuertes (amarillo, rojo, naranja) energía, creatividad y espontaneidad. La elección de los colores no es para nada accesorio. Pero hay que tener en cuenta que la tarjeta tiene que ser ante todo legible, por lo que no es recomendable llenar el espacio con elementos superfluos o con demasiados colores.
El soporte
Está claro que las tarjetas de visita clásicas son la de papel de 300 gramos tipo cartulina. Pero ¿por qué no utilizar otros soportes o acabados de vez en cuando? Vamos a ver algunas alternativas. Si por ejemplo prefieres mantener el papel clásico pero quieres darle un toque diferente, puedes optar por una impresión en oro o plata o por el barniz selectivo; sino, hay muchos otros papeles particulares como el Splendorgel Extra White o Avorio. Mientras si quieres llamar la atención con tu tarjeta de presentación, puedes elegir las plastificadas que también se pueden emplear como fichas de descuento para tiendas, carné de entradas a gimnasios u otras actividades así como las tarjetas no convencionales en policarbonato (blanco, negro o transparente). Y para los más originales y artísticos, hay tarjetas en canvas también.
El tamaño
Incluso por lo que concierne el tamaño de las tarjetas de visita es posible hacer todo lo que queremos. Las medidas estándares son 85×55 milímetros, parecidas a las tarjetas de crédito, para que caben en las carteras. Pero si te apetece la idea de tener una tarjeta de visita no convencional, puedes realizar una business card más pequeña, cuadrada, plegada en díptico o hasta troquelada con formas muy originales.
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¿Algún ejemplo?
- Tarjetas de visita 85×55 con relieve
- Tarjetas de visita de policarbonato transparente 500 micron