El pasado 17 de marzo se concluyó la edición de 2017 del concurso Zeiss Photography Award, un concurso de fotografía organizado por la World Photography Organization en colaboración con Zeiss, la empresa alemana famosa por la calidad de sus productos ópticos.
Aunque ha llegado sólo a su segunda edición, el concurso destaca ya entre los concursos fotográficos más prestigiosos del mundo. En efecto, se trata de una competición difícil al final de la cual los finalistas ganan visibilidad y el ganador es recompensado con un premio de 12 mil euro y una financiación de 3 mil euro para la realización de un reportaje fotográfico. Además, se recompensan todos los gastos de participación a la cena de gala en Londres del 20 de abril, fecha oficial de la premiación, y la posibilidad de exponer sus propias obras junto con las del Sony World Photography Awards, en la Somerset House de Londres.
Los trabajos presentados serán evaluados por expertos internacionales de la fotografía: Claire Richardson Editor de imágenes para Lonely Planet, Sarah Toplis Comisionado Ejecutivo de The Space más el fotógrafo Jurgen Schadeberg, siendo estos dos últimos miembros también de la WPO Academy. El tema de este año es el mismo de la primera edición: Seeing Beyond – meaningful places (Lugares significativos): “Hemos decidido seguir con el tema del año pasado para que podamos continuar contando la historia”, dice Winfried Scherle de ZEISS. “Lugares significativos verdaderamente permite la creatividad y visión personal sobre el tema libre». La participación fue masiva: se sometieron al jurado más de 31 mil fotografías de 4677 fotógrafos de 132 países diferentes.
Zeiss Photography Award 2017: el vencedor
El ganador de esta edición es Kevin Faingnaert y su serie de fotografías titualda Føroyar: “En febrero de 2016 viajé a las Islas Feroe: En este paisaje claro y puro donde las poblaciones son diminutas, yo traté de revelar con mi trabajo la realidad de una comunidad que se aferra firmemente a sus tradiciones y raíces y también el hecho de que un día estos pueblos van inevitablemente a desaparecer”. Kevin Faignaert se ha especializado en fotografía documental y social y con sus tomas quiere retratar la vida de los habitantes de estas remotas islas, y su firma voluntad de quedarse en este clima feroz y helado. Faingnaert intentó, con éxito, retratar la vida diaria de los que aún conservan un estrecho lazo con sus tradiciones, no obstante la creciente despoblación que está sufriendo aquel territorio a causa de la búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo de sus residentes.
Zeiss Photography Award 2017: los otros finalistas
Los proyectos de los otros finalistas son muy interesantes también.
Ben Bond Obiri Asamoah, por ejemplo, es un fotógrafo de moda que vive en Acra (Ghana): “Mi percepción de la belleza siempre ha sido influenciada por arquitecturas imponentes, edificios altísimos, música pop, ropa de moda y por esa “estética de lo plástico” típica de las grandes ciudades. Es por eso que viajar hacia Bolgatanga, en noreste de Ghana, me permitió experimentar otro tipo de belleza, más cruda, una belleza no construida y encarnada por personas y lugares muy diferentes, que he encontrado y explorado. Hablar con las personas, preguntarles el permiso de sacarle una fotografía, todo eso me permitió escuchar muchas historias bien lejanas de la mía. Las personas espontáneas contra los maniquí cuidadosamente seleccionados, el paisaje natural contra los estudios de fotografía, la ropa diaria contra la alta costura”. Con el objetivo de captar mejor estos contrastes, Asamoah decidió utilizar las que él define “mis lentes glamour”, es decir las que emplea para los servicios de moda. Es así que ha nacido el trabajo Portrait of the North que retrata aquellos lugares más empobrecidos, contraponiéndolos a un estilo fotográfico muy cercano a la fotografía de moda.
Devotion es un proyecto fotográfico que explora las tradiciones y la fe de varias poblaciones de todo el mundo. El fotografo, Christopher Roche, quiere ver más allá del dogma, captando la humanidad común detrás de estas tradiciones. Algunos rituales parecidos, como los peregrinajes, la oración, la meditación se practican en varias partes del mundo y muestran la búsqueda común de la realización espiritual que va más allá de las diferencias superficiales. De los monasterios budistas a las iglesias excavadas en la roca en Etiopia, de los santuarios sufí en Irán a los animistas de Perú, este trabajo logra captar el carácter íntimo y épico de varias practicas espirituales. Según la experiencia del autor, muchas de estas antiguas tradiciones de devoción, que han caracterizado la cultura de esta regiones para milenios, ahora sufren los efectos de la globalización, el turismo de masa, la opresión política o el calentamiento global. Por medio de este trabajo, Roche espera ofrecer una muestra de la importancia de estas tradiciones y quiere captar la esencia de un aspecto profundo y universal de la vida humana.
Ethiopian Christmas Pilgrimage to Lalibela es el proyecto fotográfico presentado por Mario Adario. Las imágenes fueron tomadas en enero de 2015, durante la Navidad Etíope, cuando los peregrinos procedentes de todo el país llenan la ciudad sacra de Laibela para rezar en sus famosas iglesias excavadas en las rocas. “Estuve acampado con los peregrinos en las afueras de la ciudad y pude sacar estas fotografías a lo largo de los tres días que acaban con las celebraciones del día de Navidad (el 7 de enero)”.
Finalmente, Fabian Muir propuso un proyecto llamado Shades of Leisure in North Korea, que se enfoca en retratar la vida de los habitantes de este país. “Sólo con mencionar la Corea del Norte nos vienen a la mente imágenes concretas, dominadas por desfiles militares, líderes autoritarios y la hambruna de 1990. No obstante, hay mucho más que eso en la vida diaria de este pueblo, hay muchos aspectos invisibles que escapan a la mirada de los medios de comunicaciones convencionales. En el espíritu del concurso, es decir “ver más allá” (Seeing Beyond), estas imágenes tomadas a lo largo de todo el país, retratan algunos aspectos de Corea del Norte que no se suelen apreciar, con el objetivo de superar los clichés y abrir nuevas perspectivas para el público. Es cierto, la vida en Coreo no es sólo desfiles militares y pruebas de armamento nuclear”.