Una comunidad consolidada es el sueño de cada bloguero. La comunidad fidelizada, que sigue diariamente el blog, deja comentarios y consejos crea un volumen de tráfico importante, dando así más visibilidad al sitio. Sin embargo, conseguir esta afluencia no es nada fácil, hace falta estimular la participación, llamando la atención y despertando el interés de los lectores.
Uno de los métodos más de moda recientemente es conocido con el nombre de gamification o social gaming consiste en el uso de elementos que vienen del mundo de los juegos y de técnicas de game design, pero en contextos diferentes. Se trata de juegos online, concursos creativos que miran a crear engagement y participación y a ofrecer una experiencia entretenida a los usuarios. Un ejemplo práctico para entender como funciona esta estrategia es el blog FAT MUM SLIM, nacido en 2008 para recoger ideas y pasiones de Chantelle, entonces una recién mamá australiana. Desde pequeño blog personal, su página ha ido creciendo cada día más con consejos de todo tipo, recetas y tutoriales, sobre todo de fotografía, que es su primera pasión.
Hace cuatro años Chantelle tuvo la idea del Photo a Day, un desafío que vio la participación de más de 23 millones de usuarios de todo el mundo. Photo a Day funciona así: cada mes, Chantelle publica en su blog y en sus redes sociales una serie de palabras que deben servir de inspiración para sacar fotos. Cada participante puede compartir sus fotos en Facebook o Instagram, usando el hashtag #FMSPhotoaday. Chantelle y sus colaboradores cada día comparten las cuatro fotos que consideran mejores, por cada palabra de la lista.
Este es sólo un pequeño caso práctico para explicar que es la gamification. Pero, ésta puede aprovecharse también para razones y por parte de entidades más “importantes”, como por ejemplo la lucha contra el SIDA o la prevención de enfermedades, entre otras.
Un buen ejemplo lo constituye Opower, empresa estadounidense que desarrolló un sistema que saca los datos de los consumos energéticos domésticos y los analiza. Este sistema observa los estilos de vida de los suscriptores, ofrece sugerencias personalizadas para ahorrar y crea algunas clasificaciones que nos indican cuanto están gastando nuestros vecinos o nuestros amigos, por ejemplo. Además, proponen competiciones entre barrios, ciudades etc. Por supuesto, el objetivo es animar los usuarios a reducir los gastos.
Otro ejemplo es Flo, una aplicación gratuita para iOS y Android creada por una start-up holandesa que apuesta por el uso de premios para animar la participación de los usuarios.
Por medio del sistema GPS de los dispositivos, Flo analiza la aceleración y la velocidad de un coche y otros comportamientos al volante (como por ejemplo superar los límites de velocidad) y asigna un voto por cada acción. En base al tanteo alcanzado, el usuario recibe un descuento sobre el seguro de su coche.
En conclusión, utilizar las estrategias del social gaming no significa necesariamente transformar la experiencia en un videojuego, sino puede implicar el uso de algunas técnicas propias de los videojuegos para aprovecharlas en otros contextos (como por ejemplo pueden ser algunas aplicaciones o algunos sitios web) y con finalidades diferentes de la sola diversión.
Las estrategias de social gaming suelen ser exitosas por el hecho de ser fáciles, sencillas y sobretodo viral.