Ya casi no nos sorprende ver cuantas cosas se pueden realizar hoy a través de la impresión 3D y cuantas barreras se podrán abatir gracias a esta tecnología. En este blog os hemos hablado varias veces de las creaciones más sorprendentes realizadas por medio de la impresión 3d, como un edificio en Dubai, un puente en Amsterdam, impresoras para smartphone y hasta autobuses ecológicos. Ya no hay un sector que no aproveche esta tecnología para alcanzar nuevos retos.
La (última) buena noticia es que la impresión 3D se está abriendo cada vez más a ámbitos de fundamental importancia, como la medicina y la farmacéutica: un corazón artificial que permite a una niña de tres años resolver sus problemas cardíacos y la posibilidad de realizar medicamentos personalizados son sólo algunos de los logros recién alcanzados.
Empezamos por los medicamentos personalizados que han sido desarrollados por un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Singapore. Esta nueva técnica permite la elaboración de fármacos personalizados según las necesidades de cada paciente. Fabricar fármacos a través de la impresión 3D no solo podría ser más económico y rápido, sino también satisfacer muchas más necesidades, ya que cada paciente podría disponer de un tratamiento “a su medida”, según su edad, sus intolerancias etc obteniendo así muchos más beneficios. Primero, será posible crear comprimidos con la dosis justa de los principios activos que necesita un paciente y eso no es todo: si el paciente tiene que tomar más medicamentos a la vez, como muy a menudo ocurre, varios principios activos podrán combinarse e incluirse en el mismo comprimido, desarrollado ad hoc para el paciente. En Estados Unidos ya se ha comercializado el primer medicamento impreso en 3D a escala industrial, en concreto comprimidos de Spritam, un fármaco utilizado en el tratamiento de la epilepsia.
Otra interesante invención recién presentada, viene de Italia, un país que está aprovechando mucho las ventajas de la tecnología 3D, para mejorar e incluso salvar la vida de algunas personas que sufren enfermedades y malformaciones graves. En efecto, en una pequeña ciudad del centro de Italia, gracias a un prototipo de un corazón en 3D en ha sido posible operar a una niña de apenas 3 años que sufría graves problemas cardíacos. El equipo de médicos especializados pudo estudiar detalladamente un corazón artificial, para entender mejor como intervenir luego sobre el órgano real de la niña y para planificar la cirugía e incluso hacer operaciones de práctica. El prototipo 3D era la reproducción exacta del órgano de la paciente y ha sido esencial para el éxito de la operación: la impresora utiliza imágenes de una resonancia magnética como plantilla, y coloca capas de goma o plástico.
Para terminar, cabe decir que lo más sorprendente de todo esto es que en la mayoría de los casos se pueden usar impresoras 3D comerciales de uso doméstico para crear este tipo de medicamentos y prototipos.